Ya os hable
en esta entrada de una de las mejores partidas
que he dirigido, al menos de las más divertidas, y también de las fórmulas que
utilice para llevarla a cabo. Hoy comentare las claves que la hicieron
grandiosa.
Predisposición de los jugadores: Todos sabíamos a lo que
íbamos, y nos gustaba. Nadie se iba a asustar si algún personaje cometía alguna
barbaridad (y vaya si las cometieron). El riesgo de muerte era alto, y todos
estaban bien preparados para un prematuro y desagradable final (incluso habían
personajes para sustituir, aunque no se usaron). Cada jugador puso de su parte
para dar vida a la historia desde el principio. Creo que esto es más importante
de lo que parece. Cualquier jugador desanimado, cansado, o sin la necesaria
predisposición a la ambientación puede mandar todo al traste. A nosotros nos
pasó al contrario.
Personajes memorables: Cuando llame a varios jugadores, para
darle color a la historia, introducir tensión y traiciones, no espere que
saliera algo tan redondo. Del primero al último los personajes tenían vida
propia, y no solo eso, sino que su nivel de “molonidad” alcanzaba cotas que me
sorprendieron. Desde un predicador, a un indio nativo sin miedo a nada, pasando
por un motero que ronda los cincuenta gordo y con un humor de perros, un
policía infiltrado o un ex militar con graves problemas de agresividad.
Benditos mis jugadores por haberse currado tan buenos personajes.
Ni un momento de respiro: Discusiones, euforia,
persecuciones en moto, palizas a drogadictos buscando información, asalto
a viviendas a punta de pistola,
encuentros con la policía, tiroteos, infiltración, diálogos con la banda rival
en pleno tiroteo, masacre de muertos vivientes, huida de muertos vivientes… si
la partida ya estaba preparada para tener mucha acción, los jugadores no
pararon de encontrar la forma de meterse en líos, e iniciar infinidad de
situaciones cargadas de tensión. El tiempo paso volando, dejando tras de sí
infinidad de carcajadas, momentos jodidamente épicos, dados rodando que
decidirían el destino de los jugadores…
Abstracción de la realidad: Esta vez conseguí quitar un
lastre de las partidas. Continúas “llamadas de atención” y una sucesión
infinita de situaciones emocionantes originaron que casi no hubieran parones en
la partida. Cuando salían bromas eran sobre lo que se estaba jugando, y reíamos
todos. A penas se vieron móviles o distracciones fuera de la partida. Las
nuevas tecnologías, jugadores que dibujan su personaje, conversaciones
triviales, y demás circunstancias que todos conocemos pueden hacer que los
jugadores vean la partida en tercera persona, sin vivirla. Creo que esta vez
cada jugador fue su personaje, sufrió con él, rio con él y disfruto de la
partida.
Un sistema y reglas que acompañan: Queríamos una partida
cañera, americanada, y los personajes se tenían que salir. Hace tiempo que
tenía un sistema en mente, y aunque he utilizado otras versiones, esta fue la
más avanzada. Un éxito rotundo, en mi opinión. Un sistema rápido con bastante
táctica y estrategia, que permite a los personajes y villanos importantes una
alta capacidad de supervivencia (aunque tampoco es demasiado difícil morir, es
imposible hacerlo por una sola tirada, a no ser que el enemigo sea un zombi, y
te muerda :P) al tiempo que los pnjs no importantes mueren de uno o dos golpes
a lo sumo.
El realismo nos lo pasamos por…: No buscamos realismo en la
partida. No hubo quejas cuando una moto explotabó tras varios disparos, cuando
uno de los personajes saltaba atravesando los cristales de una ventana para
asaltar una casa, o cuando a unos 5 metros hizo falta varios disparos para
matar a uno de los personajes. Primaba la diversión al realismo.
A lo Tarantino: Si algo me gustó de la partida es que
hubieron momentos dignos de las películas de Tarantino, en especial el final. Diálogos,
discusiones y broncas en medio de un apocalipsis zombi.
Bueno, creo que estas fueron las claves que mejoraron la
partida, y la verdad es que si tuviese que sacar una conclusión de todo esto,
es que la clave de la partida fueron los jugadores, que la hicieron grande con
su entrega, con grandes interpretaciones y madurez a la hora de afrontar los momentos
duros como fueron la mordedura de uno de ellos o el asesinato de otros.
En la siguiente entrada os comentaré los fallos, los errores
que se cometieron y que habrían hecho perfecta la partida, y por último, en
otras dos entregas haré la reseña de las sesiones.
Un saludo, gracias por leer. Por cierto, aprovecho para
deciros que dentro de poco también me leeréis en otro blog, junto a otro buen
número de roleros. ¡Tendréis noticias mías!